Se instalaron cuadros en formatos verticales y horizontales con temáticas diversas —abstractas, geométricas y naturales— cuidadosamente seleccionadas en función de la “vibra” y el uso de cada sala. El objetivo fue lograr una armonía visual que acompañara tanto a los espacios de trabajo como a las áreas de recepción y despachos, transmitiendo modernidad, serenidad y profesionalidad. Los cuadros fueron enmarcados en acabados altamente personalizables, según las preferencias del cliente: marcos cromados plateados, de madera natural y en color negro, aportando versatilidad y adaptación a la identidad visual del nuevo edificio.

Nuestros montadores especializados llevaron a cabo la instalación utilizando herramientas de precisión como nivel láser, taladro y cintas de medición, garantizando una colocación exacta y alineada en cada superficie. Esta atención al detalle asegura no solo un resultado estético impecable, sino también la durabilidad y seguridad de cada pieza en el tiempo.